Pero ¿hay alguien aquí?

- Atento, atento Eco5 de H-Cero.

- Adelante para Eco5.

- Se recibe llamada avisando que en la c/ Federico García Lorca nº166 se observa la persiana de un garaje semiabierta y el ruido de un vehículo en su interior desde hace una hora aproximadamente. Persónense para comprobar que no hay problemas.

- Recibido, recibido H-Cero.

Parecía una chorrada pero el compañero no dijo nada, encendió los rotativos y nos dirigimos a la dirección facilitada. La experiencia en algo parecido no era grata para él. Hace ya bastante tiempo, un lunes por la mañana, un colega suyo de la pandilla apareció muerto junto con su novia en el interior de su vehículo, estaban en el garaje de casa. La madrugada de un sábado acabó con un dulce pero eterno sueño, entre besos y caricias la Muerte los abrazó para siempre. La patrulla actuante aquella mañana de lunes estaba compuesta por un veterano y por mi compañero actual, íntimo amigo de los novios.

El aviso de esta noche pudiera ser una chorrada pero dentro del coche patrulla no hacía falta comentar nada, yo sabía por qué y mi compañero también. Fue el primero en hablar, me dijo:

- Igual no es nada pero por si acaso vamos a darnos prisa, igual algún colgao se quiere suicidar o vete tú a saber...

- Sí, sí, ya imagino.

Al llegar al lugar no observamos nada anormal. No se escuchaba ruido de vehículo alguno en ningún garaje de los que allí hay. Inspeccionamos la zona un par de veces pero nada. Bueno no, algo me llama la atención. Una de las persianas de una cochera está levemente levantada, muy poco, unos centímetros se abren por una cuña de madera que la sujeta aunque, no se escucha ni un sólo ruido, ni pío. Pero sí huele a escape de motor. Sí huele a monóxido de carbono. Mi compañero ya está conmigo, se ha dado cuenta también y grita:

-¿Hay alguien hay? ¿Todo va bien?

Pero no hay respuesta desde el interior. Golpeamos la persiana a modo de llamada. Nada. Dentro no contestan. Instintivamente me agacho y miro por debajo de la persiana, el olor es fuerte y noto perfectamente como aspiro el humo de un motor que ha estado encendido hace muy poco. También me percato de que hay un vehículo en el interior, un turismo.

- Oye, aquí hay un coche tío, y huele a humo que tira p'atrás.

- Pues pa'dentro. ¿Hay alguien aquí?

Gritamos repetidamente pero no hubo respuesta. Mi compañero no se lo pensó dos veces.

- Voy a levantar la persiana.

- Bien, bien. Abre, a ver qué coño pasa.

Saqué mi linterna de dotación mientras el compañero levantaba la persiana. Nada más tocarla escuchamos algo dentro de la cochera, al llevar un cuarto de abertura vimos como las luces de la marcha atrás y de los pilotos de un coche se encendían.

- ¡Hostias! Aquí hay gente.

- ¿Qué pasa aquí, hay alguien?

Se encendió la pequeña luz interior del vehículo que allí estaba, era un deportivo de matrícula extranjera. Pudimos ver como el conductor estaba desnudo, o eso intuimos al verle el torso, enseguida gritó:

- ¡Estoy con mi novia! ¡Estoy con mi novia, no pasa nada! ¡Es mi novia!

- ¡Vale, vale! Tranquilo. No pasa nada pero apaga el motor.

- Bueno, bueno, es mi novia.

- Bien, bien. Tranquilos, no te decimos nada, pero apaga el motor. No os daríais cuenta pero podéis morir asfixiados en un momento, sin enteraros. Así que apaga el motor que ya nos vamos ¿Vale?

- Ah, vale, vale. Gracias. Adiós. Estoy con mi novia...

No pude concretar su acento pero está claro que el frío del Norte no les gustaba, por eso habían buscado el calor del coche y, sobretodo, la oscuridad e intimidad del garaje. El problema es que esa cochera era minúscula y les hubiera costado caro. Probablemente. No pude contener una sonrisa mientras hablama por la emisora.

- Atento, atento H-Cero de ECO5.

- Adelante, adelante para H-Cero.

- Servicio finalizado. Sin novedad.

- Aquí H-Cero. Recibido de ECO5, recibido.

Nos metimos en el coche patrulla e iniciamos la marcha.

- ¡Hay que joderse con el personal!

Eso fue lo último que dijo mi compañero en unas cuantas horas de aquella fría madrugada de invierno. Bendito punto cero.