domingo, 28 de septiembre de 2008

Dice "el maestro"

Sobre palos y velas

Algunos creerán que eso es raro, pero no lo es. El arriba firmante, por ejemplo, tuvo en otro tiempo oportunidad de presenciar dos situaciones parecidas, una como testigo y otra como estrella invitada, a medias con el rey del trile, Ángel Ejarque Calvo. La primera fue durante un reportaje nocturno en los barrios duros madrileños, allá por los ochenta. Avisada la policía de que un tío le estaba dando a su legítima las suyas y las del pulpo, acudió una patrulla. Y cuando redujeron al fulano, poniéndole unas esposas, la mujer, a la que el otro había puesto la cara guapa, se revolvió como una fiera contra los maderos. «¡Dejadlo, dejadlo, hijos de puta! –gritaba desgañitándose–. ¡Dejadlo!»

La segunda vez salía de calzarme unas garimbas con Ángel en las Vistillas –acababan de soltarlo del talego–, cuando nos topamos con un jambo que le daba fuertes empujones a una mujer contra el capó de un coche, mientras discutían. Le afeamos la conducta y se nos puso bravo. Ángel –hoy honrado currante y abuelo múltiple–, que fue boxeador y todavía entrenaba en La Ferroviaria, lo miró fijo y muy serio, calculando en dónde iba a calzarle la hostia. Y en ésas se nos rebotó la torda. «¿Pa qué os metéis vosotros?», preguntó. Me encogí de hombros y le dije a mi plas: «Tiene razón, colega. ¿Pa qué nos metemos?». Y Ángel, que siempre rumia las cosas muy despacio y todavía andaba mirándole el hígado al otro, levantó una ceja y dijo: «Vale». Y nos fuimos. Y al rato, después de pensarlo un rato, concluyó, filosófico: «Sarna con gusto no pica, colega».

Podría contarles más bonitas y edificantes historias como ésas, y no sólo de individuos e individuas. También entre pavas se dan su ajo. Tengo una preciosa sobre una conocida feminata que varea con frecuencia a su pareja, y la otra sigue allí, encantada, mientras ambas denuncian con mucho garbo y energía el machismo repugnante de la sociedad española. Pero a estas alturas del artículo ustedes habrán captado el fondo del asunto, resumible en lo de Ángel: leña con gusto no duele. La existencia de ciertos verdugos –no todos, pero sí algunos– sería imposible sin la complicidad activa o pasiva de ciertas víctimas. Sobre eso de las complicidades conozco, casualmente, otra interesante historia doméstica, que concluyó cuando él se despertó a media noche, se la encontró sentada en el borde de la cama, mirándolo, y ella dijo: «La próxima vez que me pongas la mano encima, borracho o sobrio, te corto la garganta mientras duermes». Y no volvió a tocarla, oigan. El tío machote.

De cualquier modo, ya no es como antes. Es verdad que hay muchas mujeres en España que siguen siendo rehenes de una sociedad opresiva, perversa, y también de sí mismas. Para ellas poco ha cambiado desde los tiempos en que la familia aconsejaba tragarlo todo por el qué dirán, y el confesor –infalible pastor de cuerpos y almas– recetaba resignación cristiana y oraciones pías. Es cierto también que el ser humano es muy complejo, y no resulta fácil ponerse en el lugar de una mujer maltratada, a menudo sola y desprovista de apoyos y consuelos, o considerar el proceso de destrucción interior, en ocasiones imperceptible para ellas mismas, al que muchas mujeres inteligentes y capaces se ven sometidas en el matrimonio o la vida en pareja. También es verdad que cuando una mujer se enamora hasta las cachas puede volverse, a veces, completamente gilipollas –«En llegando a querer, y más, doncella, / su honor y el de los padres atropella», decía Lope, llevando el intríngulis a otros pastos–. Todo eso es cierto; pero también lo es que hoy tenemos televisión, periódicos, información circulando por todas partes. Y leyes adecuadas. La ignorancia, el miedo, el amor desaforado, ya no son excusas para ciertos comportamientos y tolerancias.

Cualquier mujer, hasta la más ignorante o estúpida, sabe ahora cosas que antes no sabía. O puede saberlas, a poco que mire. Por eso es tan irritante observar en los hombres, adultos o niños, actitudes que a menudo son sus mismas mujeres, madres, hermanas, esposas, las que las transmiten, alientan y justifican. Es como lo del pañuelo o el velo islámico. Cada vez que veo por la calle a una pava velada con niños pequeños me pregunto hasta qué punto no será culpable, en el futuro, del velo de esa hija y del comportamiento de ese hijo. Poca diferencia encuentro entre la mujer que disculpa al hombre que le sacude estopa y la que afirma llevar el hiyab en ejercicio voluntario de su libertad personal. En tales casos, igual que mi colega Ángel aquella noche en las Vistillas, no puedo menos que pensar: sarna con gusto no pica, colega. Que cada palo aguante su vela. Que cada velo aguante su palo.

martes, 23 de septiembre de 2008

Fuego (II)

-¿No te pones la máscara?
-No. Cuando entremos ya veré cómo está la cosa y si eso me la pongo.
-Pero... Bueno tú sabrás. Yo me la calzo ya, tío.

Y así lo hice. Me la ajusté como pude, lo cierto es que nunca me había puesto una y resultaba un poco agobiante, además, de noche y dentro de aquel portal que no se veía nada de nada. Nos dirigimos hacia las escaleras, olía a quemado, mucho, pero no se percibía el humo. Todavía. Entonces paramos un momento y hablamos.

-Vamos a subir juntos, como si fuéramos en binomio ¿vale?
-Sí, sí. Entendido. ¿Tú delante?
-Vale, ya tiro yo el primero. Vamos.

Puse la mano sobre el hombro de mi compañero, colocándome detrás de él, alumbrando con las linternas.

-Tú alumbra más p'arriba que yo ya iré mirando que hay por delante.
-Vale, vale. Ten cuidao no te tropieces con las escaleras y ponte la máscara de una puta vez, ¡joder!
-Sí, casi que sí...

El primer piso estaba limpio, nadie contestó a nuestros gritos y en la calle ya nos habían dicho que no había nadie. El olor a quemado aumentaba, comenzaban a escucharse ruidos, como chasquidos y el humo ya empezaba a ser patente. Al llegar al segundo piso pudimos ver cómo, claramente, el humo salía de un piso, el del rumano. Nos acercamos con cuidado pero prestos, el humo salía por las rendijas de la puerta y subía hacia el techo de aquel pasillo vecinal.

Al llegar frente a la puerta notamos mucho más calor, era evidente que en el interior había fuego. Entonces sabíamos que estábamos en el momento clave, teníamos que comprobar si aquel rumano que nos habían dicho estaba allí dentro.

-¿Hay alguien aquí? ¿Hay alguien? -Gritó mi compañero mientras aporreaba la puerta.

Pero no obtuvimos respuesta alguna. Nada. Sólo ruidos, chasquidos, nos dábamos perfecta cuenta de cómo se resquebrajaban las baldosas de los alicatados y de cómo el humo se tornaba más negro.

-Ahí debe haber una buena...
-Sí, tenemos que tener cuidado, tío, ahí debe haber mucho fuego eh...
-Vamos. Hay que tirar la puta puerta y p'adentro.
-Pero con cuidado, el efecto chimenea nos puede socarrar.
-Ya, ya. Ya lo había tenido en cuenta. La puerta está caliente, hay que ir con mucho ojo.

Mi compañero puso la mano sobre la puerta, pero sin llegar a tocarla, su gesto no admitía duda. Así que me coloqué a un lado, un poco agachado, mientras él se preparó para dar la patada en la puerta.

-Espera, así no la abriré. Primero tengo que forzarla un poco.
-Vale, ya lo hago yo.

Saqué mi defensa y como con una pata de cabra conseguí abrirla unos centímetros. Afortunadamente estaba separado de la puerta porque enseguida noté el fogonazo de calor que escupió el interior. Entonces, mi compañero le metió una patada de campeonato a la susodicha, apartándose inmediatamente a un lado. Sabía lo que hacía, abrir aquella puerta provocó la salida de una gran cantidad de humo y una pequeña llamarada.

-¡Hostias! Casi tenemos guardia a la brasa
-Con cuidao, echamos un vistazo rápido y nos piramos. La cosa se está poniendo fea.
- Vamos a entrar agachaditos, por debajo del humo. Rapidito.

A pesar de llevar las máscaras no nos fiábamos. Al entrar comprobamos que el fuego era real aunque no lo vimos, pero el humo no daba lugar a la duda. Avanzamos por el pasillo, bajo el humo, gritando si allí había alguien y sin obtener respuesta. Al final del pasillo estaba la cocina, allí sí vimos el fuego. Era importante, por su violencia en la cocinilla parecía haber empezado allí aunque poco pudimos ver ya que el fuego se extendía por todos los muebles de la cocina. Sólo nos quedaba mirar en una habitación.

-¡Está aquí! ¡Ese tío está aquí!

Entré tras mi compañero. Allí estaba aquel tipo, echado en su cama, completamente vestido. Dormido o inconsciente.

-¡Eh! ¡eh! ¿Me oyes? ¿Eh?
-Vamos, vamos, lo cogemos y nos vamos. Ese tío está más sobao que en un quirófano.

Ayudé a mi compañero a colgárselo al hombro y salimos. Yo delante, de medio lado, agarrando al compañero y guiándolo entre la oscuridad y el humo. Salimos del piso muy rápido. Al llegar a las escaleras lo cogimos entre los dos, afortunadamente, al llegar al primer piso nos encontramos con los bomberos. Ya estaban allí.

-Pero ¿por qué habéis entrado?
-Pues para sacar a este tío, no lo ves...

Nos ayudaron a sacarlo. El calor y el sudor me agobiaban. Decidí quitarme la máscara, total ya estaba el trabajo hecho y salíamos de allí, nos quedaban pocas escaleras pero el esfuerzo aún estaba patente. Y pagué mi descuido. Empecé a notar como si me comiera el humo con patatas, una bocanada de negro y tóxico humo recorrió mis vías aéreas. Me di cuenta. Al salir a la calle respiré lo más fuerte que pude, me alivió mucho pero, noté que algo no iba bien.

-Me encuentro mal, macho.
-¿Qué te pasa?
-Me he quitado la máscara y creo que he tragado humo.
-Pero estás tonto o qué ¿Por qué has hecho eso? Joder

En ese momento me desvanecí levemente, tuve que apoyarme en mi compañero. Sufrí un mareo, como una bajada de tensión.

-Ay...
-¿Estás bien? Anda siéntate ahí.

Me apoyé en la pared y puse mi culo en la acera. Joder, estaba un poco chungo. Se acercó un bombero y me preguntó pero le dije que con un poco de aire fresco del invierno se solucionaba todo. Además, las asistencias estaban con aquel rumano. Al parecer lo habían largao del curro esa tardde y esa noche le pegó a la botella. Un descuido en la cocina sumado a unos tragos, igual a un incendio.

-Bueno tío, ¿te llevo al hospital o qué?
-No, no. Ya estoy mejor.
-Bien, al final ha habido suerte.
-Sí, menos mal.
-Sí.

Entonces mi compañero sacó su paquete de cigarrillos, se puso uno medio caído en la boca y me preguntó entre sonoras carcajadas:

-¿Te apetece tragar un poco de humo?

lunes, 22 de septiembre de 2008

Te puede pasar...

Ocurrió el viernes por la mañana junto a la comisaría londinense de Edgware Road. Un empleado que revisaba el servicio unisex del establecimiento se dio de bruces con una pistola. Azorado, llamó inmediatamente al teléfono de emergencias y una brigada de Scotland Yard la puso a buen recaudo.

El episodio podría ser el inicio de una historia de espías pero el trasfondo es en realidad mucho más banal. Se trata del descuido imperdonable de una agente de policía que forma parte del servicio de seguridad del ex primer ministro británico TonyBlair. La escolta, unos 30 años- entró en el Starbucks a por el enésimo café de la mañana, pero iba tan apurada que pensó que era mejor hacer antes escala en el baño. Se quitó el cinturón con el arma para orinar. Con tan mala suerte que se le olvidó recogerlo luego.

La pistola estaba cargada pero con el seguro puesto y durante 20 minutos estuvo al alcance de cualquiera que entrara a aliviarse. Por fortuna la descubrió el camarero, pero pudo caer en manos de un niño o de cualquiera de los pandilleros juveniles que aterrorizan a los londinenses.

Según fuentes policiales, la escolta -que volvió una hora después sobre sus pasos al descubrir el descuido- está destrozada por el gazapo. No es de extrañar. La broma le ha costado una suspensión cautelar y un baldón en lo que hasta esta semana era un expediente inmaculado. Con cierto afán corporativista, las colegas de la agente han redoblado sus esfuerzos porque Scotland Yard diseñe unos cinturones de armas de los que las féminas no tengan que despojarse cada vez que quieran ir al baño.

No es la primera vez que el servicio de seguridad de Blair se ve envuelto en una polémica. En otoño del año pasado, cuatro inmigrantes ilegales entraron clandestinamente en el Reino Unido en la caja de un camión que traía el nuevo BMW blindado del exprimer ministro.

Jueves, 4 de septiembre de 2008(c), elmundo.es (http://www.elmundo.es/)

REFLEXIÓN: Ríete, pero te puede pasar cualquier día. Joder, esta historia daría para una super entrada...

jueves, 18 de septiembre de 2008

Fuego (I)

Acabábamos de sentarnos a cenar el almuerzo de madrugada que, como todo almuerzo que se disfruta para tomar algo y descansar, se llama "punto cero". Da igual dónde lo hagas, pero esa noche estábamos en nuestra Central. Aquella noche de invierno hacía mucho frío, podías ver cómo se formaba el hielo en el ambiente y cómo iba cayendo hasta posarse en toda cosa que estuviera al aire libre. Esa noche se cumplió la máxima de que cuando la cosa va tranquila y realizas punto cero comienza el meneo. Y así fue. Nada más sentarnos, a eso de la mitad de la madrugada, sonó el teléfono en la Sala Central, el aviso tardó un segundo en llegarnos.

- A ver, ¡atentos! Posible fuego en un domicilio.- Nos gritaron desde la Sala del teléfono.
- ¡Joder! Siempre igual, en cuanto paras...
-Ya te lo he dicho yo, ésto siempre pasa. Siempre.

Pegué un trago largo de mi Coca-Cola y salí pitando, el compañero refunfuñaba con la boca llena de su bocata de chorizo.

-Conmmdummce tú, estamos cerjmca...
-Como te atragantes te va a hacer el boca a boca tu padre. A ver si vamos a tener una víctima antes de llegar al incendio.
-Que no joder, que era el pan que estaba seco ¡Ya está, joder! Vamos, vamos...

Montamos en el coche patrulla, rotativos luciendo y rapidito. Al llegar nos encontramos a varios vecinos en la calle, pero no tenían muy claro lo que pasaba. Lo cierto era que, sin duda alguna, olía a quemado y salía humo de un piso, así que el fuego debía ser cierto.

-Eco 5 para Hotel Cero ¿Me recibe?
-Adelante, adelante para Hotel Cero.
-Aviso de fuego real, repito, aviso de fuego real. Avise a bomberos.
-Recibido, recibido. Doy el aviso y os digo algo.
-Recibido, date prisa.

Entonces preguntamos a los vecinos si estaban todos fuera del edificio o si sabían si alguien estaba dentro de aquel piso del que salía humo.

-Pues, no sé, me parece que allí vive un rumano...
- Sí, sí, allí vive un tío que trabaja de peón. Sí, un rumano...
-¿Seguro? No estará de juerga o se habrá ido a Rumanía.- Preguntó mi compañero.
-No, no. Ese tío está allí dentro. -Decía un vecino.
-Habrá llegado de juerga y se ha quedao sobao fumando en el sillón, fijo... -Decía otro.

Ante tal posibilidad decidimos entrar a por él, aún no habían llegado los bomberos pero como salía muy poco humo creímos que dentro no habría mucho fuego. Lo malo era el humo y precisamente eso era lo que nos daba el miedo de que aquel rumano palmara.

-Eco 5 para Hotel Cero ¿Me recibe?
-Adelante, adelante para Hotel Cero.
-Vamos a entrar, es posible que haya una persona dentro.
-Bomberos están avisados, llegan en dos minutos. Esperadlos, no entréis.
-Sí que entramos, tranquilo, iremos con cuidado.

Y así lo hicimos. Sacamos del maletero las máscaras de humo que, gracias al empeño sindical, conseguimos tener como dotación, encendimos las linternas grandes y pa'dentro...
Pero eso os lo cuento otro rato, ¿vale?

sábado, 13 de septiembre de 2008

Abecedario de ETA, con la I*


IKASTOLA: Centro de enseñanza donde se imparten todas las materias en euskera y se potencian los valores nacionalistas.



IKURRIÑA: “Bandera”; y en especial, referido al País Vasco, bandera bicrucífera con colores rojo, blanco y verde diseñada por Sabino Arana a finales del s.XIX. Bandera de Euzkadi en el ámbito nacionalista y bandera oficial de la CC.AA. Vasca.



IKUSI-IKASI: “Lee y Aprende”. Manual confeccionado por ETA sobre manipulación de explosivos, manejo de armas y sustracción de vehículos.


ILEGAL: Miembro de ETA que ha eludido la acción policial y/o judicial y es conocido por las FSE.


IMPUESTO REVOLUCIONARIO: Extorsión realizada por ETA, mediante el envío de cartas en las que se solicita cierta cantidad de dinero, bajo amenaza.


IPARRALDE: “La parte norte”. País Vasco Francés formado por las provincias de Soule, Labourd, y Basse- Navarre (Zuberoa, Lapurdi y Behe- Nafarroa). Junto con el País Vasco Español o Hegoalde, forma Euskadi en su más amplia acepción.


IPARRETARRAK: “Los del norte”. Organización terrorista armada francesa, afín a ETA y que opera en el País Vasco francés.


IRAKUR ETA ERRE: “Lee y quema”. Manual confeccionado por ETA sobre manipulación y confección de artefactos explosivos e incendiarios, manejo de armas y normas generales de seguridad.


IRAULTZA: “Revolución”. Brazo armado de EMK-LKI (Movimiento Comunista de Euskadi-Liga Comunista Internacional), creado en 1981. Desarrolla una actividad paralela y similar a la de ETA, para la consecución de una Euskadi libre, socialista, reunificada y euskaldun.

*Como en otras ocasiones espero vuestras correcciones...

lunes, 8 de septiembre de 2008

Modificación del Reglamento General de Conductores

La DGT eleva a los 18 años la edad mínima para llevar pasajeros en ciclomotor

La modificación del Reglamento General de Conductores que entró en vigor el 1 de septiembre eleva de 16 a 18 años la edad mínima para poder transportar pasajeros en ciclomotor, y establece pruebas teóricas y prácticas para obtener la licencia de conducción de este tipo de vehículos.


La modificación, aprobada en el Consejo de Ministros del pasado 29 de agosto, establece también una moratoria de dos años -hasta septiembre de 2010- antes de incrementar de los 14 a los 15 años la edad mínima para conducir ciclomotores.


A partir de ahora, los nuevos conductores de ciclomotor deberán enfrentarse a un examen teórico de 20 preguntas tipo test sobre conocimientos reglamentarios y legales en materia de tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial.


La prueba, que antes era opcional, es ahora requisito imprescindible para obtener la licencia. Tras el examen teórico, los aspirantes deberán superar también una prueba práctica, como hacer varios 'zigzag' a baja velocidad entre conos o circular sobre una franja de anchura reducida para demostrar su destreza a los mandos del ciclomotor.


Cambios para obtener el premiso A1 y A


La modificación del Reglamento General de Conductores introduce también cambios en el examen para obtener el permiso de motocicletas A1 y A.


La prueba práctica se desarrollará no sólo en circuito cerrado, sino que se realizará también, como ocurre en el permiso para automóviles, en vías abiertas al tráfico.


En el examen para obtener el permiso A tendrá más peso el recorrido interurbano, y el aspirante deberá demostrar que es capaz de conducir de forma segura a velocidades de hasta 80 kilómetros por hora.


No obstante, durante el mes de septiembre los nuevos conductores de motocicletas no podrán realizar el examen práctico en circuito cerrado, ya que primero es necesario adaptar las pistas de la Dirección General de Tráfico a las nuevas pruebas incluidas en el Reglamento General de Conductores.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Bloguindis

Bloguindis se titula un nuevo blog que he descubierto gracias a un compañero, Pantha, que lleva escribiendo un tiempo y que me ha linkeado, lanzándome además alguna flor, lo cual se agradece. Me ha gustado cuando lo he leído y creo que todos deberíais leerlo, así que linkeado queda.
Pantha, espero que sigas escribiendo. Ánimo, piensa en tus lectores y en tu trabajo. No lo dejes.

Un saludo y buen servicio, compañero.


martes, 2 de septiembre de 2008

Stop a 150m

Bueno, ¿qué lumbreras de cabeza pensante ha podido ser el artista de tal cosa? ¿Quién? Porque, manda cojones, eh...

Me surge otra pregunta ¿Qué dirá aquel conductor denunciado en este tramo de vía por no respetar la señalización de la misma? Porque, compañeros, seguro que alguno habrá. Seguro. Ay, qué país...


PRENSA

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