Espero que os preguntéis por qué. Pues por una experiencia relacionada con mi situación laboral y profesional que me hace perder la ilusión por mi trabajo. Digamos que es una de esas situaciones en las que los jefes nunca se equivocan y en la que los técnicos te dejan con el culo al aire, solo en medio del océano nadando hacia la humillación personal. Por eso, este blog se cierra. Desde hoy no creo en lo que escribo.
He perdido la ilusión por mi trabajo de policía, algo que jamás creí que me podría pasar. Jamás he entendido a los depresivos ni a los que vienen a trabajar con el único fin de pasar el rato para luego cobrar la nómina y hasta luego... Pero hoy los entiendo. El sistema, después de 10 años, ha conseguido lobotomizarme. A veces he pensado que es lo que buscan, convertirnos en números. Funcionarizarnos hasta extremos orwelianos. Parece que lo han conseguido. Desde hoy vendré a trabajar, realizaré el punto cero, patrullaré, haré lo que me manden y, no pensaré. Me iré a casa a la hora y cada fin de mes cobraré mi nómina, primero recortada y luego congelada.
Vendré, curraré y me marcharé, dándome igual el trabajo realizado. No importándome si el servicio ofrecido al ciudadano fue el correcto o podía haber hecho más. Dándome igual si aquello es justo, injusto, legal, ilegal o alegal. Sabiendo que si al de arriba le da igual, a mi más. Es triste pero es la verdad y, además, me he dado cuenta de ello. El único atisbo de duda que puede quedarme es pensar si rindiéndome les hago ganar, pero, como digo otras veces, es lo que hay...
Así que, buen servicio a todos y, como decía Furillo, tengan cuidado ahí fuera.
Hasta siempre,
E5