Noticia: 26/07/2009 EL PERIÓDICO.- La Audiencia inhabilita a dos policías por pegar a 2 detenidos. Dos años suspendidos por aporrear a un reo y abofetear a otro.
Reflexión: Bien, pues visto así la cosa parece clara ¿no? Pues no. Debemos respetar, y respetamos, la sentencia judicial. Otra cosa es que piense que la interpretación de la Ley realizada por la Audiencia sea equivocada, que es lo que creo. No por mis conocimientos jurídicos, no por mi conocimiento de los hechos juzgados en sí y no por lo que los periodistas quieran o no decir. No.
Quiero decir que resulta que si te lees la noticia y no el titular te das cuenta que unos soldados y su sargento, pasaditos de todo a las tantas de la madrugada, acojonan a un señor negro que pasaba por allí. Entonces la policía actúa identificándolos. Ojo ni denunciando, ni trincándolos, sino identificando y los soldaditos, con el sargento a la cabeza se ponen chulos. Imagino que muy chulos y, además, violentos. Resultado, traslado de uno de ellos a dependencias policiales para su identificación, tal y cómo se recoge en la Ley de Seguridad Ciudadana 1/92.
Bueno, una vez ya en dependencias policiales es cuando la cosa se pone bien. Dice la noticia "Hasta allí se fueron el resto del grupo y el sargento, que terminó detenido por espetarle "gilipollas te voy a quitar la barba de dos hostias" al agente que le advirtió que no podía sentarse en las escaleras de acceso al edificio. El jefe de la sala del 091, que observó el alboroto por la ventana, pidió refuerzos. El sargento los recibió con provocaciones --les prometió bofetadas-- y empujones. Los policías lo detuvieron y lo introdujeron en la Jefatura. Allí trató de huir tras hacer el ademán de dar un puñetazo a uno de los policías. Tuvieron que emplear las porras para reducirlo y esposarlo. El otro detenido recibió de uno de los policías condenados una bofetada en el oído izquierdo. Al salir a la calle tras ser identificado llamó a los agentes "cabrones" e "hijos de puta". Policías que no habían participado en el primer arresto terminaron deteniéndolo de nuevo al no poder identificarlo. Poco después recibía una bofetada en el mismo oído. "
Resultado: Inhabilitación de dos años para el ejercicio de empleos y cargos públicos a dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía y seis meses de cárcel para el sargento.
Así que ya sabéis compañeros, los jueces en España no entienden que una detención de unos individuos racistas, violentos y preparados profesionalmente como militares, en la que se tuvo que pedir refuerzos, pues decía, una bofetada en la intervención no es considerada ajustada a derecho y supone delito contra la integridad moral, lesiones y vejaciones injustas. Dos añitos. Mientras soltar la mano contra los policías, amenazarlos, desconsiderarles y desobedecerlos seis meses, osea nada porque no los cumplirá.
En fin, imagino que la sentencia será recurrible en alguna instancia y que a los militares se les aplicará ahora la Justicia militar, bastante más dura. Una pena que en nuestro Ejercito haya tipejos así, es una institución que siempre he respetado muchísimo.
Sólo me queda una última reflexión. ¿Imagináis este caso en cualquier otro país civilizado? En cualquier otro... Spain is different, my friends.
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