lunes, 9 de noviembre de 2009

Manual militante ETA (IV)


  • Nota: Este documento ha sido copiado de forma literal del original, descubierto en un "zulo" de la organización terrorista ETA ; De esta forma, tanto el argot utilizado, así como los juicios y errores que contiene, solo son atribuibles al autor /res del citado manual.

SISTEMA (Especialización)

La hoja informativa es en si, parte de la "mecánica rotativa" de la organización, en ella radica su eficacia y su potencia, cada grupo es como una pequeña rueda en el gran aparato que es la red, esa especie de máquina, que una vez puesta en marcha es difícil de pararla, aunque una o varias ruedas pinchen, rompan, desvíen, incluso aunque muchas ruedas sean atrapadas por el enemigo, ese secreto y la eficacia del SIM.

Mas el mecanismo de una organización clandestina, es siempre muy complejo y complicado, así independientemente de las hojas informativas, los militantes del SIM, habrán de desarrollar diferentes cometidos, una vez que estén preparados para ello, y siempre que ellos estén dispuestos a tal fin, ya que debemos recordar que el SIM, es una organización de INTELIGENCIA, y cómo tal, su misión y cometido es variado y muy amplio.

Una de estas misiones es el espionaje:

Llamamos espionaje a toda toma de contacto con el enemigo, para introducirnos en su aparato, su administración, su policía, su ejercito, sus fuerzas represivas o de ocupación, su industria, sus redes y medios de comunicación, etc., conseguir de él directa o indirectamente, por las buenas o por las malas, pagando o sustrayendo todo aquello que nos sea de interés o pueda ser considerado como tal. Así podremos hacernos con informes, datos, planos, estadísticas, listas, direcciones, croquis, fotos, folletos, etc., correspondientes o relativas a cuestiones militares o civiles, policiacas, administrativas o de cualquier otra índole.

Así habremos de conseguir documentos sobre estrategia, armamento, horarios, planes de emergencia, lugares de control de la Guardia Civil o Policía, lo mismo sobre polvorines del ejército, y su contenido, guarnición de los mismos, sistemas de seguridad, relevo de guardias, contraseñas, etc.

Sistemas de seguridad de los bancos, los fondos que estos guardan, y cuando los sacan, los sistemas de alarma, seguridad y vigilancia, los horarios de transporte, el armamento y la capacidad de sus guardianes, etc.

Los planos de las instalaciones claves de una población, provincia o nación, tales como líneas eléctricas, sus estaciones de transformación , sus reservas, los puntos claves, etc.

DISCIPLINA

Desde luego el militante será examinado minuciosamente antes de entrar en la organización, pero por mucho test o interrogatorio que hagamos, jamás sabríamos que grado de patriotismo o ideal tienen en si y quizás sea mejor así, ya que el resultado en el 90% de los casos sería inferior al 10% de patriotismo o amor a la patria.

En consecuencia la probable falta de patriotismo o ideales Patrios habremos de suplantaría a base de una estricta y rígida disciplina, que dicho al caso nunca está de más ni aún en el mayor patriota.

El combate clandestino es siempre una lucha desigual, es el enfrentamiento del oprimido contra el opresor, del débil contra el fuerte, del pequeño contra el grande, algo así como Da vid y Goliat, y al igual que David, nuestra arma ha de ser la astucia y la técnica.

Pero si bien la astucia y la técnica es nuestro método de combate, éste no servirá para nada si no está dentro de un minucioso programa de seguridad, porque desgraciadamente la lucha clandestina tiene siempre dos frentes inseparables entre sí, uno con nuestras operaciones tácticas, y el otro quizás el más importante, lo que podríamos llamar nuestra retaguardia o frente policiaco, porque día a día y noche tras noche la policía y los Servicios Secretos del enemigo estarán atacando o pensando en atacarnos.

Desde este punto de vista planteamos las normas de seguridad como un hecho absolutamente primordial y le damos a las mismas carácter de prioridad absoluta sobre cualquier otro tema o materia a tratar.

Son las normas de seguridad la base de toda organización clandestina, sin ellas no existe posibilidad alguna de llegar al triunfo, con ellas la lucha será más o menos larga, pero al final el éxito será nuestro.

Sabemos muy bien que el seguir unas normas de seguridad es siempre una tarea dura, pesada y complicada, que ello retrasa una mil veces los programas deseados, más debemos recordar que a lo largo de todas las luchas clandestinas son miles y miles de hombres que han caído por descuido, dejadez, apatía o simple menosprecio.

De las normas de seguridad, y en nuestra lucha la caída de un hombre implica la mayor de las veces un desastre, y el caos, las caídas en cadena, la perdida de mucho material, vehículos, pisos, informes, etc.

Y no pocas veces significa perder muchos compañeros nuestros y la propia aniquilación de uno o varios grupos y cuando no la muerte de la organización.

En consecuencia habremos de mentalizarnos y esforzarnos en mentalizar a nuestros militantes y compañeros en un auto convencimiento que nos obligue a seguir estrictamente de forma absoluta y permanente las normas de seguridad marcadas por la organización.

La lucha es larga, a veces interminable, no es cuestión de meses, sino de años. Esto unido a que el militante por lo general no es un "profesional" , sino que debe seguir su vida cotidiana, traen como consecuencia un progresivo abandono del "método" aprendido, en especial cuando la calma o "las pausas policiales" nos hacen olvidar el peligro, pero habremos de tener en cuenta ,que la policía y los Servicios Secretos, si son profesionales, ellos trabajan las 24 horas del día en observarnos, seguirnos, y preparar nuestra captura o aniquilamiento. Además ellos tienen todo el dinero, el material, la gente y el tiempo que les hace falta.

Nosotros por lo general tenemos bien poco y la falta de medios materiales habremos de contrarrestar con entrega, disciplina y en especial con el gran sacrificio de una norma de seguridad diaria, exacta y estricta.

Si no fuésemos capaces de seguir esta disciplina, abandonaremos la organización, porque sino, antes o después no solo caeremos sino que seremos la causa o el principio del desastre que ha de llevar a nuestros compañeros a la cárcel y quizás a la tumba.

Normas de seguridad y disciplina debe ser siempre una palabra uñida en si en nuestra mente, porque es precisamente la disciplina o mejor dicho la auto - disciplina que debemos imponernos a nosotros mismos la verdadera fuerza o potencia de una organización.

Es mucho más fácil cumplir las órdenes del mando, entrando en combate, aún en circunstancias difíciles y peligrosas, que seguir las pequeñas normas de seguridad diarias, es por eso que no nos cansaremos de repetir una y mil veces, esta palabra e insistir de forma sistemática hasta concienciar al militante y dotarle de fuerza de voluntad suficiente para vivir a diario la realidad de una guerra oculta y silenciosa pero real.

La disciplina colectiva es como la fuerza de choque de una organización, la disciplina individual o auto - disciplina es la retaguardia de la organización.

El mejor ejercito del mundo, perfectamente armado, equipado y adiestrado, aún en una supuesta e inexpugnable posición, sería derrotado rápidamente si descuidará tan solo un puesto de su retaguardia, por donde se podría infiltrar el enemigo.

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