- Nota: Este documento ha sido copiado de forma literal del original, descubierto en un "zulo" de la organización terrorista ETA ; De esta forma, tanto el argot utilizado, así como los juicios y errores que contiene, solo son atribuibles al autor /es del citado manual.
NORMAS DE SEGURIDAD EN EL GRUPO
La lucha clandestina implica un sinfín de medidas de seguridad éstas deben empezar ya a entrar en vigor en el primer núcleo de resistencia, es decir, el grupo, comando, cursillo, reunión, etc.
No-solo es preciso salvaguardar la integridad y seguridad del grupo, sino que independientemente de esto habremos de poner un especial cuidado en guardar el máximo de clandestinidad en cuanto a cada uno de los componentes del mismo.
Ya en las primeras reuniones, generalmente cursillos, asambleas, los militantes comienzan a cometer indiscreciones y errores que a lo largo del tiempo han de resultar fatales para ellos y para la organización.
Estos errores son en general, el dejarse o darse a conocer inconscientemente ; Bien sabido es que en toda organización clandestina, cada individuo se pone un nombre diferente al suyo, y se calla su procedencia. Todo eso está muy bien, pero en la practica en un cursillo o reunión de cuatro o cinco días al final todo el mundo sabe quien es quien, y aunque quizás no sepa su apellido y dirección, se sabrá de memoria su nombre, profesión y población, que junto a las señas físicas son más que suficientes para que en una cantada la policía lo identifique en pocas horas.
¿CÓMO OCURRE ESTO?
Ocurre de una forma sencilla y natural, por simple relación y por estar el hombre habituado a una forma de vida y de sociedad en la que el medio ambiente discurre en unas relaciones de quitar en la clandestinidad. Basados en esto vamos a exponer los principales puntos en que sé auto - identifican los militantes en la relación con los otros militantes:
Nuestra tierra es pequeña y por si fuese poco, la militancia se saca por lo general de dos provincias, en consecuencia, los jóvenes militantes normalmente comprendidos en la misma edad, pueden conocerse de antemano, por haber coincidido en los estudios, deportes, juergas, fiestas, etc., caso éste que se repite con bastante frecuencia en especial al agrupar militantes dé la misma zona.
Por lo general el idealista no abunda, entonces nos encontramos con que los "fichajes" los vamos haciendo aquí y allá, eligiendo por lo general a los elementos que más se destacan en las actividades patrióticas, así estos elementos por su vigor y entrega se han visto obligados a moverse por todas partes destacando mucho o poco, bien en manifestaciones, marchas, fiestas populares, actos culturales, exhibiciones folclóricas, etc., luego al entrar en clandestinidad coinciden bien con otros elementos que como ellos se han destacado y colaborado o con otros que les conocen.
Cuando en un grupo de cierta cantidad de personas, coinciden algunas que tienen relación entre sí, no pasará ni dos horas sin que uno u otro se llamen instintivamente por su nombre verdadero y se calle en seco... y le vuelva a llamar por el nombre de "guerra", pero de esta manera ya todos se habrán enterado de su verdadero nombre.
En cualquier grupo de cursillistas principiantes, no pasarán 24 horas sin que más de la mitad de ellos, a la hora de la comida, o en los descansos hayan hablado sin darse cuenta de un montón de lugares de su pueblo o zona, tales como bares, restaurantes, fábricas, escuelas, etc., y no pasarán 48 sin que se sepa la población, fábrica o lugar de estudios de más de la mitad de los cursillistas.
Por descuidos personales exteriores, pegatinas locales que llevan en la mochila, saco o vehículos, o por la cédula de identidad, por la matrícula de éste, por dejar los documentos de identidad en cualquier parte, por llevar comida , ropas y otra cosa en sacos o bolsas de cualquier comercio de la localidad, por tener libros, mochila u otros objetos marcados con su nombre y dirección, etc.
En las citas de espera y los desplazamientos, al estar con otro militantes, en un lugar más o menos publico y tropezarse con una persona conocida de cualquiera de ellas, y la lógica reacción de éste en cuanto al saludo...¡hola fulano!... y ¿Quienes son éstos?... caso muy frecuente embarazoso y peligroso, motivado generalmente por la costumbre de hacer citas en los bares. En posibles controles policiales al tener que enseñar cada uno su documentación y dar nombre y procedencia. Al sacar billetes de autobús o tren, al llenar fichas de hotel, etc.
Así, todo esto nos lleva a la conclusión, de que por muy bien que se organicen las cosas y por mucha buena intención que se ponga en la práctica, los militantes que por una razón u otra tienen cierto contacto antes o después terminan conociéndose.
Y la práctica nos enseña también que este hecho tiene muy graves consecuencias, pudiendo decir que más del 50% de los detenidos son debido a cantadas sobre elementos a los cuales no se debía conocer y que sin embargo por las continuas relaciones que a veces las circunstancias obligan, se comete este fallo.
La lucha clandestina implica un sinfín de medidas de seguridad éstas deben empezar ya a entrar en vigor en el primer núcleo de resistencia, es decir, el grupo, comando, cursillo, reunión, etc.
No-solo es preciso salvaguardar la integridad y seguridad del grupo, sino que independientemente de esto habremos de poner un especial cuidado en guardar el máximo de clandestinidad en cuanto a cada uno de los componentes del mismo.
Ya en las primeras reuniones, generalmente cursillos, asambleas, los militantes comienzan a cometer indiscreciones y errores que a lo largo del tiempo han de resultar fatales para ellos y para la organización.
Estos errores son en general, el dejarse o darse a conocer inconscientemente ; Bien sabido es que en toda organización clandestina, cada individuo se pone un nombre diferente al suyo, y se calla su procedencia. Todo eso está muy bien, pero en la practica en un cursillo o reunión de cuatro o cinco días al final todo el mundo sabe quien es quien, y aunque quizás no sepa su apellido y dirección, se sabrá de memoria su nombre, profesión y población, que junto a las señas físicas son más que suficientes para que en una cantada la policía lo identifique en pocas horas.
¿CÓMO OCURRE ESTO?
Ocurre de una forma sencilla y natural, por simple relación y por estar el hombre habituado a una forma de vida y de sociedad en la que el medio ambiente discurre en unas relaciones de quitar en la clandestinidad. Basados en esto vamos a exponer los principales puntos en que sé auto - identifican los militantes en la relación con los otros militantes:
Nuestra tierra es pequeña y por si fuese poco, la militancia se saca por lo general de dos provincias, en consecuencia, los jóvenes militantes normalmente comprendidos en la misma edad, pueden conocerse de antemano, por haber coincidido en los estudios, deportes, juergas, fiestas, etc., caso éste que se repite con bastante frecuencia en especial al agrupar militantes dé la misma zona.
Por lo general el idealista no abunda, entonces nos encontramos con que los "fichajes" los vamos haciendo aquí y allá, eligiendo por lo general a los elementos que más se destacan en las actividades patrióticas, así estos elementos por su vigor y entrega se han visto obligados a moverse por todas partes destacando mucho o poco, bien en manifestaciones, marchas, fiestas populares, actos culturales, exhibiciones folclóricas, etc., luego al entrar en clandestinidad coinciden bien con otros elementos que como ellos se han destacado y colaborado o con otros que les conocen.
Cuando en un grupo de cierta cantidad de personas, coinciden algunas que tienen relación entre sí, no pasará ni dos horas sin que uno u otro se llamen instintivamente por su nombre verdadero y se calle en seco... y le vuelva a llamar por el nombre de "guerra", pero de esta manera ya todos se habrán enterado de su verdadero nombre.
En cualquier grupo de cursillistas principiantes, no pasarán 24 horas sin que más de la mitad de ellos, a la hora de la comida, o en los descansos hayan hablado sin darse cuenta de un montón de lugares de su pueblo o zona, tales como bares, restaurantes, fábricas, escuelas, etc., y no pasarán 48 sin que se sepa la población, fábrica o lugar de estudios de más de la mitad de los cursillistas.
Por descuidos personales exteriores, pegatinas locales que llevan en la mochila, saco o vehículos, o por la cédula de identidad, por la matrícula de éste, por dejar los documentos de identidad en cualquier parte, por llevar comida , ropas y otra cosa en sacos o bolsas de cualquier comercio de la localidad, por tener libros, mochila u otros objetos marcados con su nombre y dirección, etc.
En las citas de espera y los desplazamientos, al estar con otro militantes, en un lugar más o menos publico y tropezarse con una persona conocida de cualquiera de ellas, y la lógica reacción de éste en cuanto al saludo...¡hola fulano!... y ¿Quienes son éstos?... caso muy frecuente embarazoso y peligroso, motivado generalmente por la costumbre de hacer citas en los bares. En posibles controles policiales al tener que enseñar cada uno su documentación y dar nombre y procedencia. Al sacar billetes de autobús o tren, al llenar fichas de hotel, etc.
Así, todo esto nos lleva a la conclusión, de que por muy bien que se organicen las cosas y por mucha buena intención que se ponga en la práctica, los militantes que por una razón u otra tienen cierto contacto antes o después terminan conociéndose.
Y la práctica nos enseña también que este hecho tiene muy graves consecuencias, pudiendo decir que más del 50% de los detenidos son debido a cantadas sobre elementos a los cuales no se debía conocer y que sin embargo por las continuas relaciones que a veces las circunstancias obligan, se comete este fallo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario