sábado, 6 de marzo de 2010

Manual del militante de ETA (VI)


  • Nota: Este documento ha sido copiado de forma literal del original, descubierto en un "zulo" de la organización terrorista ETA ; De esta forma, tanto el argot utilizado, así como los juicios y errores que contiene, solo son atribuibles al autor /es del citado manual.
NORMAS DE SEGURIDAD INDIVIDUAL

El secreto del éxito de un buen militante, está en que éste lleve una vida normal de familia, sociedad, trabajo y demás, sin que nadie sé de cuenta ni sospeche de sus actividades clandestinas. Esta tarea no resulta fácil algunas veces, pero tampoco es demasiado difícil si el militante con paciencia y habilidad sabe adaptar su forma de vida a las necesidades de la organización. Veamos pues las normas a seguir para conseguir esto.
COMPORTAMIENTO EN EL MEDIO AMBIENTE.

Llamase medio ambiente aquél en el que el individuo se mueve a diario, es decir,
familia, amigos, estudios, trabajo, viajes, vacaciones, sociedades, etc., es el medio
ambiente en si donde el militante desarrolla su vida legal, éste puede ser de grandes
relaciones sociales o de pequeñas o casi nulas. Así tenemos personas que se pasan todo el día entre gente, del trabajo al bar, del bar a casa a comer, trabajo, bar fútbol los domingos, partidas de cartas, etc., este tipo de individuo no es el idóneo para un grupo de combate, aunque puede ser el ideal para un grupo de información.

Tenemos después el elemento corriente que deja transcurrir su tiempo entre el trabajo y su casa, alternando el bar o las sociedades una o dos veces por semana, este puede ser un buen elemento.

Hay otro tipo de elemento, aquel que por su forma de vida o de ser no tiene apenas relaciones con la gente o vive casi al margen de ella, caseros, pastores, pescadores, etc., puede ser un buen elemento para la lucha clandestina, sobre todo sí es poco conocido.

La situación de estudiante en si puede ser buena para un militante, mas arrastra en general con ella condiciones negativas, como lo son: La corta edad, la inmadurez del individuo, la confusión y agitación política de los centros de enseñanza, los grupos para - policiales de vigilancia y observación de todas las universidades y demás, la desconfianza de la policía sobre el estudiante en sí, etc. de salidas y demás. Lo ideal es que estos compañeros sean componentes del grupo o comando cuando sean de la misma localidad. Lo ideal en cuanto a la familia y los compañeros, pero peligroso a la hora de las cantadas y redadas policiacas, que tratarán de relacionarnos con estos compañeros.

COMPORTAMIENTO DEL MILITANTE EN EL LUGAR DE TRABAJO.

En el taller, la fábrica, el comercio, oficina o cualquier lugar de trabajo, es donde el militante debe pasar parte de su vida, por si puesto que aún siendo lo mínimamente sociable ha de tener ciertas relaciones con sus compañeros, es por lo que de una forma u otra, antes o después, bien sea por pura rutina, afición a hablar, pasa tiempo o lo que fuese, aparte de las improvisaciones de los profesionales de la policía, chivatos, comentarios, discusiones, etc., en las cuales de una forma u otra saldrán a relucir la problemática de la lucha armada, los grupos clandestinos y demás. Aquí la actitud del militante, ha de ser la del moderado o término medio, es decir no pasarse de listo, ni parecer “tonto”. También éste habrá de estar preparado y esperando siempre que cualquier amigo o compañero en cualquier lugar público o aparte le diga aquello

  • ¿Que hacías el domingo en tal sitio?................................
  • ¿Quiénes eran aquellos compañeros que no les conozco?......
  • ¿Que andas tu por tal sitio?..........................................
  • He visto tu coche varias veces en tal sitio........................

En fin, es preciso pensar que antes o después podemos ser vistos en nuestros desplazamientos o actividades y que con buena o mala intención alguien nos ha de preguntar, es por lo cual hemos de tener siempre de antemano una rápida y normal respuesta.

En nuestro ambiente de trabajo tampoco faltarán elementos que se nos acercan, bien sean provocadores o agentes infiltrados de tal o cual organización, aparentemente patriótica pero dirigida por los Servicios Secretos del enemigo, o simples y buenos militantes de organizaciones patrióticas o revolucionarias......

Nuestra actitud con estos ha de ser siempre noble y natural, rechazándoles con buenas palabras poniendo por escudo nuestra incapacidad política, el desengaño de los revolucionarios o la imposibilidad por falta de tiempo, problemas económicos o lo que fuese.

Otros de los hechos que se presentan en los lugares de trabajo son las huelgas ante éstos nuestra postura será siempre la expuesta ni tonto, ni listo, es decir jamás destacar en nada, ni a favor ni en contra, lo que la mayoría pida. Esta postura es absolutamente necesaria, a tomar por el militante, ya que aunque no nos damos cuenta, en todos los conflictos o hechos, un sin fin de confidentes y no pocos provocadores están observando y tomando hasta el último dato de cada uno de nosotros, datos que después pasan a los archivos de la policía.

Si fuese preciso ausentarse del lugar de trabajo en días de labor, esto se hará solo por fuerza mayor y procurando de antemano tenerlo previsto y creando una opinión entre los compañeros que parezca normal, enfermedad, asuntos de familia, descanso por alguna dolencia, baños térmicos etc. ...

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